Un aneurisma de aorta es una dilatación localizada y permanente de la arteria que se encarga de llevar la sangre a todo el cuerpo y la distribuye por la cabeza, los brazos, todas las vísceras y las piernas. Este ensanchamiento anómalo se produce por la debilidad de la pared de una zona del vaso sanguíneo.
“Hablamos de aneurisma cuando el tamaño de la arteria aorta es una vez y media superior al normal”, concreta César Aparicio Martínez, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, de Madrid.
“La arteria aorta sale del corazón y recorre todo el tórax en sentido ascendente, así como el abdomen”, señala Valentín Fernández Valenzuela, presidente de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (Seacv) y Jefe de Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Instituto Universitario Dexeus (Quironsalud Barcelona). “La dilatación se puede producir en cualquier localización: salida del corazón (aneurisma de aorta ascendente), a nivel torácico descendente (aneurisma aorta torácico descendente) y a nivel del abdomen (aneurisma abdominal), generalmente por debajo de las arterias renales”. Esta última es la más frecuente y se diagnostica cuando el diámetro de la arteria sobrepasa los 3 centímetros.