Se trata de la formación de un coágulo en una vena del cuerpo. Su forma de presentación e importancia dependerá del tipo de vena afectada y su localización. La causa suele ser desconocida aunque, de forma personalizada, puede llegar a detectarse el motivo concreto.
- Trombosis venosa profunda: Se denomina cuando un coágulo afecta a una vena “profunda” del cuerpo, es decir, una vena situada dentro de las masas musculares. Las venas que más frecuentemente se ven afectadas son las de la pierna, explicando el paciente un edema o hinchazón brusco con molestia y pesadez. Si no se detecta y trata de forma adecuada, puede provocar complicaciones graves como, por ejemplo, una embolia pulmonar. A la larga puede dejar secuelas importantes en la pierna como hinchazón, manchas en la piel o úlceras. El tratamiento va encaminado a evitar la embolia pulmonar y las secuelas.
- Trombosis venosa superficial: Afectan a las venas superficiales de la pierna, es decir, las que se sitúan bajo la piel. Las más frecuentes son las debidas a varices (varicoflebitis) aunque se puede dar en venas sanas. Puede dar, de forma brusca, inflamación en la piel (dolor, calor, enrojecimiento) y puede aumentar su extensión con el tiempo. No suele dar complicaciones y el tratamiento va encaminado a tratar molestias y evitar su expansión a otras venas más importantes.